De pequeño, mi madre sólo me dejaba jugar al ordenador, a mi Philips MSX, en vacaciones de Navidad, Semana Santa, Feria o Verano... y recuerdo que mi juego favorito era el Match Day II. Jugué tanto con él que la cinta estaba tan gastaba que tenía que hacer ingeniería de destornillador para ajustar el tornillo del reproductor de casette, de tal forma que pudiera leer la cinta gastada...
Era un juego brutalmente cutre, de movimientos bidimensionales prehistóricos robotizados, pero que para los escaso Kbytes de aquellos primeros ordenadores personales, era de lo mejor en fútbol.
Y si lo comparáramos con el actual FIFA 11, podría decirse no sólo que era un juego prehistórico, sino que los niños actuales incluso dudarían que el Match Day II realmente hubiera existido. Negarían con total seguridad que la inteligencia humana hubiera sido capaz de crear algo tan cutre...
En una simple y rápida inspección visual del entorno, podríamos concluir, creo que un bajo margen de error que el abismo tecnológico existente entre ambos juegos es directamente proporcional, de forma inversa, al abismo de madurez mental entre las generaciones que los disfrutaron.
Y es que la mente de estas dos generaciones no puden ser iguales, de ninguna de las maneras. Pero parece que a más evolución tecnológica, obtenemos más involución mental.
¿Podríamos en virtud de lo anterior, encontrar en la diferencia tecnológica entre el Match Day II y el FIFA 11 otra de las causas de la diferencia entre la generación PoNi y la NiNi?
Miniurgo.
Hombre, querido Miniurgo, quiero pensar que la relación no es inversamente proporcional. Si fuera así, el futuro que nos espera sería penoso.
ResponderEliminarRespecto de la evolución tecnológica de los juegos de fútbol en ordenador o consolas, y en mi modesta opinión, el cénit se alcanzó con los últimos que se hicieron para la PlayStation (la gris, la primera). Aquella saga que nació con el ISS Pro 98, y que culminó, creo que en 2001 con el Pro Evolution Soccer 2.
¿Te acuerdas de una tarde de unas vacaciones de Navidad que quedamos para jugar en tu casa del edificio Oriente?
A partir de ahí todo fue, como ocurre en muchos e otros aspectos de la vida, pura artificialidad: que si regatitos, que si la cara del jugador se parece de verdad, que si tal, que si cual...
Pero la JUGABILIDAD, la complejiad-dificultad, la inteligencia artificial de los jugadores, en relación a la máquina que era la Play, fue insuperable.
Eso, por no hablarte de otro tipo de juegos de la Play I, como el Gran Turismo I o el Metal Gear Solid. ¿Y que me dices del Syphon Filter que un año te trajo Papa Noel?
Desde entonces, y como pasa con Brasil, todo "bazofia nikeizada".
Un abrazo, amigo.
Cierto, querido Abuelo, que nada más hay que ver el trailer para ver Nike y más Nike...
ResponderEliminarLamentablemente, yo sólo puedo hablar a nivel de usuario impedido tecnológicamente para jugar cualquier juego de ordenador o consola que tenga que ver con el fútbol...creo que en mi vida habré jugado 5 partidos a un juego del género...los cinco partidos, por supuesto, perdidos sin remisión, y lo que es peor, conmigo haciendo de agujero negro de mi rival, haciendo que su nivel bajase al elemental...(que seguía siendo suficiente para darme una paliza)
El caso es que siempre me he aburrido como una ostra con estos juegos, sean del Spectrum o sean de la Play III...sencillamente no son lo mío...
Recuerdo con nostalgia y alegría las tardes PONIS del Pro Evolution Soccer II, así como las noches solitarias con el DOOM (grabado y ripeados en 14 diskettes) y su evolución al Duke Nukem. Al día siguiente comentando fases conseguidas con el Tirano, que siempre ganaba no tanto en fases como en quedarse jugando hasta las 05.00 u 06.00 a.m....
ResponderEliminar¡Qué recuerdo, Jose! El Doom en disquetes, es verdad.
ResponderEliminarY el Duke Nukem, se me había olvidado.... Salían tías buenas y todo.
El Tirano jugaba con el joystick en una mano, y con la otra pasaba los apuntes de la facultad, mientras miraba de reojo un partido de la NBA.
Eso le daba para el notable, nunca sabremos qué hubiera sido de él si se hubiese aplicado un poco...
Tirano, se te echa de menos.
A mí me pasa como a Plax. Siempre he sido un negado con los juegos y más aún con las maquinitas (pasaba de gastarme 5 duros para que luego la partida durara no más de 1 minuto).
ResponderEliminarYo me quedé en el Renegade con la gran Berta.
Recuperando posts perdidos he visto este... qué maravilla
ResponderEliminarYo tuve el Match Day en el Spectrum, con 10 años creo, mi primer juego.
Le pillabas cerca del córner y tirando recto para arriba era gol fijo...y había una forma en la que podía llevar la pelota en la cabeza dando toques de punta a punta en el campo. Eso no se puede hacer con el Fifa... no estaríamos donde estamos de no ser por los magos que hacían eso con 48 K de memoria. Hacerlo con los procesadores actuales...es otra cosa.
Abuelo, me descojono contigo. Pero la descripción es cierta, cómo me conoces...
Y las noches de verano estudiante de pega que pasábamos el Jose y yo en su casa pasando fases del Doom, con la luz apagada pasando miedo y todo ante cada monstruo, sin abrir los apuntes.
Ahora retoman el Duke Nukem, con un argumento solido. Mientras le hacen una mamada al Duke, vienen los extraterrestres y se llevan a todas las tías buenas del Mundo...no lo puede permitir.
Gracias MiniYo, traer este recuerdo es una pasada.