Sigue lloviendo. Llueve sin parar. Pero no caen sólo copos de avaricia, como ya disertaba en un post anterior. Me he dado cuenta que caen copos de muy diversa naturaleza. Todos ellos dolorosos.
En estos meses, he descubierto también los copos de estulticia que están provocando un verdadero diluvio de estulticia.
Lees lo que se supone actúa de prensa, o te sientas a ver los que dicen actuar como informativos televisivos o a escuchar los radiofónicos y te das cuenta que narradores y narrados configuran un vodevil absurdo y surrealista que hace que en pocos segundos el lugar donde te encuentras se inunde de estulticia.
Gracias a Dios hay excepciones. Por ejemplo hace unos días leía a Roig, el dueño del imperio Mercadona comentar lo siguiente:
"Los españoles nos habíamos amuermado, porque gozábamos de unos niveles de inversión inmobiliaria y extranjera que dispararon nuestro nivel de vida. Pero desaparecida esa inversión, la productividad de nuestra economía ha caído por los suelos. Nivel de vida y productividad son vasos comunicantes. Si queremos mantener el nivel de vida debemos subir la productividad. Si nuestro nivel de vida y nuestra productividad se equilibran por abajo, África volverá a empezar en los Pirineos."
Es sólo un ejemplo, y lo hilaba con la política que promulga Merkel desde lo más profundo de su inteligente cerebro, en la que exige unir productividad y salarios, de forma que rompamos esquemas basados en grandes cantidades de salarios fijos para hacerlos función de la productividad generada, incentivando la competitividad y sostenibilidad.
Últimamente se le escucha a Zerebro Pez repetirlo sin que se le note que lo entienda. RallandoVoy creo que no sabe ni lo que significa ni por qué lo propone Merkel, porque en sus medidas anunciadas en El Mundo no aparece. Siguen actuando en su vodevil, junto con los que mueven sus hilos.
Necesitamos que los líderes empresariales de este país cojan el paraguas y se protejan de tantos copos de estulticia y lideren políticas empresariales que conduzcan hacia una mayor productividad y una mayor diferenciación de modelo de negocio nacional que nos permita poder ofrecer algo diferenciado al mundo, de forma competitiva. De lo contrario, sólo nos quedará emigrar, como hace años, a países que si lo hayan logrado. Cualquier otro mensaje o referencia a tiempos y modelos pasados supuestamente mejores, es contribuir al diluvio.
Protejámonos de este diluvio y no nos dejemos arrastrar por la lluvia. Seamos paraguas y seamos impermeables. Sólo tenemos que activar nuestra creatividad que seguro que es mucha.
Miniurgo.
Querido Miniurgo: dándote la razón en la gran mayoría de las reflexiones que haces en tu post, siento no compartir contigo el aprecio hacia el binomio salarios-productividad.
ResponderEliminarY no porque no lo crea aceptable como idea. La entiendo en Alemania, Francia, Noruega o EEUU.
En España, con una clase empresarial del TBO, sería la excusa perfecta para volcar en el trabajador la ineptitud de los dirigentes de las empresas.
Entiendo tu razonamiento, pero estoy convencido de que los problemas de España no están en que la gente tenga un sueldo fijo decente.
Estará en la cantidad de dinero que se ha chorado y malgastado. No en pagarlo con el pobre mileurista haciéndole ahora pasar a 850E porque su empresa le tuvo que pagar 400.000 a un político para lograr una concesión. Y claro, la empresa ha sido ese año poco productiva.
Abrazos
Abuelo, yo creo que tienes razón en que el mamoneo empresarial es una de las primeras causas de la falta de productividad. Pero tampoco creo que sea el único responsable: la cuestión de la productividad está ligada a reducir en la medida de lo posible la improvisación en el trabajo, a mejorar en la planificación, y eso brilla por su ausencia...
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