Desde que el arte es arte, y entendámoloslo como tal en su sentido de transformación cultural del medio ambiente, hay momentos en la historia en los que se producen rupturas que implican un avance hacia lo desconocido.
Podremos decir entonces que el arte se sitúa frente a la experiencia del abismo, de la inquietud frente a la posibilidad de transgredir un orden establecido. Una sensación compartida con otras experiencias humanas, tal es la del deporte, que me sirve para incidir en lo que supone la irrupción de Garabatos Pop en la Historia del Arte.
Me refiero a la transgresión en el deporte de manera no casual. Pensemos todos en el base serbio Teodosic antes de lanzar el triple desde medio del campo a falta de tres segundos: un lanzamiento que habría de subvertir el orden baloncestístico mundial atravesando la delgada línea roja de un instante.
Si nos pusiéramos a pensarlo fríamente, hubiera habido miles de razones para que ese lanzamiento no se hubiera producido: desde que Teodosic hubiera visto a una perica en la grada y se hubiera preocupado más de ponerse el flequillo que de lanzar al más puro estilo CR9, hasta el posible soborno que Scariolo hubiese dado con tal de no verse incluido en la historia negra del deporte español por bajar a España del Olimpo..
Razones hubiera habido para que el orden no se hubiera subvertido, pero no fue así. Teodosic agarró la bola y sin pensarlo actuó. Nos levantó de nuestros asientos. Y cambió la historia.
Algo parecido sucede en el mundo del arte con la aparición de Garabatos Pop. Un triple artístico en el último segundo que abre un nuevo orden. Un cambio protagonizado por un hasta ahora semidesconocido personaje, El Miniyo del Demiurgo. De él se sabe que es ingeniero de profesión, algo inaudito en el mundo del Arte, y que reparte su tiempo libre entre sus compañeros vitales, Afrodita, Telémaco y Lucilo, junto a una febril labor de creación artística que sólo ahora comenzamos a conocer en su verdadera dimensión.
Se argumentará de lo extraño de la conjunción entre el mundo de la ingeniería y el arte, pero no es así. La Torre Eiffel es obra de un ingeniero, igual que la iglesia de Santa Sofía en Estambul. También la literatura ha dado grandes escritores ingenieros, y el de Juan Benet no es sino un eslabón brillante de una cadena enormemente prolija.
Sin embargo, el mundo del arte audiovisual requería desde hace tiempo de una nueva aportación. Y El Miniyo del Demiurgo la trae. Superdotado con una penetrante visión onírica de la realidad, además de con otras facultades que no vienen al caso, Miniyo explora en el mundo del subconsciente colectivo PoNi y nos lo abre de manera reveladora.
Renovador sorprendente de la técnica del collage, Miniyo da un paso más allá en la lógica del reciclaje que le da fundamento. Miniyo no sólo recicla imágenes, sino que les confiere una nueva vida conceptual: fondos planos como el de "El zoo de La Haya" (2010), compiten en profundidad con la inmensidad natural de Iguazú en su ya reverenciado "Ojos con cataratas" (2009), collage hoy día elevado a la categoría de icono pop de la Generación PoNi.
Porque la capacidad evocadora de Miniyo, a través del readymade surrealista, es plena. Uno no puede sino dudar mientras observa, absorto, la conmovedora pieza "Rojo o verde (según seas o no daltónico)" (2008), en la que el mundo de la sangre primitiva, motor de la existencia y creadora de civilizaciones, pierde visos de realidad y se convierte en un cuestionamiento personal, íntimo y profundo, sobre la última vez que el espectador fue al oculista.
Mención aparte recibe la serie "Avistamientos en el Guadalquivir" (2005-2010), en la que los recortes de instantáneas paisajísticas, quién sabe si no salidas de las manos de Telémaco, recuerdan la pintura pastoral de un Claude Lorrain (1600-1682) para recibir, a su vez, las series de "Gritos" (1962) del americano Roy Lichtenstein (1923-1997). Un homenaje al mundo barroco y la cultura pop que se completa con un guiño al primitivismo en sus desgarradores garabatos de objetos volantes no identificados, que parecen cobrar vida propia e iniciar una existencia paralela autónoma.
Una experiencia artística, en definitiva, que está llamada a aglutinar al mundo PoNi, hasta ahora pleno de referencias culturales, pero al que vemos producir sus primeras excrecencias artísticas propias, con nivel y con frescura: señoras y señores, El Miniyo del Demiurgo ha irrumpido en la escena artística y es para quedarse. Porque es libre, genuino, y da voz a una generación.
El arte surge como expresión de unas necesidades, que se sublima y trasciende. Los pintores de Altamira tuvieron hambre y pintaron para conjurar la caza, trascendieron y fueron chamanes de su época. Así ocurre con la obra reciente de Miniyo. Parte de una necesidad generacional, le da voz, y se convierte en su Demiurgo.
Huelga decir que los pintores de Altamira terminaron saciando su hambre con el trofeo de la carne gracias al poder evocador de su arte. Quiera el destino que de igual manera, Miniyo celebre su éxito pudiendo echar cacahuetes a la jaula del trío infame de su conmovedor "Zoo de la Haya" en el mundo real dentro de poco. Me consta que no hay mejor manera de desearle suerte en su carrera.
Con todos mis respetos,
Plax
Señoras y señores: ha nacido un artista. Y su gurú, no sabemos si del TBO.
ResponderEliminarPor cierto Plax, felicidades por tu sobrinito.
Abrazos
Querido Plax,
ResponderEliminarHe leido dos veces tu post y... me he quedado sin palabras...
Llevo un rato frente a la HTC sin saber realmente como agradecerte en su justa medida tu post... y lo primero que me sale es gracias hermano... gracias por tu generosidad y tu cariño...
Que mi máxima referencia artística me eleve a categoría de artista, es como si en una comparativa pop, Nacho Vidal al mear a mi lado en un baño público me llamara superdotado, él todo un referente e icono de grandes dotes... por ello querido Plax, tu post dedicatoria me llena de orgullo, y responsabilidad.
Humildemente me veo como un simple clown pop, que convierte sus ideas microsegundales en garabatos cutres, con la intención de hacer reir... si consigo que al menos una persona se ría, para mi es más que una satisfacción...
En este Planeta Sinrazón necesitamos mucho humor para sobrevivir...
Y vosotros, mis amigos, me habéis generado el clima perfecto en esta plataforma, para dar rienda suelta a mis sinápsis... y trato con ellas de aportar por mi lado a que esta plataforma siga creciendo, como nuestra amistad, y trato de estar a la altura de vuestras aportaciones que son colosales y hacéis con ellas crecerla día a día, desde Noviembre 2009... vosotros sois mi motor... sin vosotros yo no existiría...
Antes de que se me salten las lágrimas, y antes de que Bloguerus nos ponga el pijama (Bloguerus vuelve!), cierro este comentario con un gracias Plax, mi amigo, mi hermano... espero estar a la altura y no fallarte en próximas entregas e innovaciones...
Un fuerte abrazo desde Salamanca!
Querido Miniyo,
ResponderEliminarNi en sueños hubiera podido encontrar una situación en la que me se me comparase con Nacho Vidal, fuese en el sentido que fuese...gracias por ofrecérmela, me ha hecho ilusión...
Qué contento me voy a dormir esta noche...
Abrazos