Hoy es un día triste para los amantes del ciclismo romántico, del ciclismo de valientes que se la juegan a todo o nada en la montaña, para tratar de no morir en las contrarelojes. Hoy ha muerto Laurent Fignon.
Un voraz y despiadado cáncer de pancreas se lo ha llevado para siempre.
Siento una profunda pena, porque a pesar del sentimiento de rechazo que solía despertar este díscolo personaje, debo reconocer que fue con quien descubrí mi pasión por el ciclismo, y mi incondicionalidad hacia el ciclismo romántico. Fignon fue mi primer ídolo ciclista. Hoy ha muerto un ídolo de mi niñez...
En mi recuerdo queda su primer Tour de Francia del 83, con tan sólo 22 años, y el del 84 ante el mismísimo Hinault, a quien sacó más de diez minutos.
Y el que pudo ser su tercer Tour, que no fue, pero me permitió disfrutar, junto con LeMond, del Tour más emocionante que yo haya visto nunca...
Gracias Professeur por haberme descubierto el ciclismo, gracias por haberme regalado grandes momentos de diversión y disfrute frente al televisor, y jugando a las chapas... momentos que sólo Perico, el Pirata o Contador me devolvieron, recordándome lo que tú fuiste: el mejor ciclista de mi niñez.
Descansa para siempre.
El Miniyo del Demiurgo.
Ciertamente, a mí Fignon siempre me pareció más catedrático de la Sorbona que ciclista...me recordaba a un profesor que tuve de pequeño y no pude desprenderme de esa idea...pero ciertamente era un auténtico personaje...gracias por el homenaje, Miniyo, y descanse en paz...
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