El panorama audiovisual español ha generado pocas series de calidad. Por no decir casi ninguna. De entre esas pocas, me gustaría compartir con vosotros mi predilección por Cuenta Atrás.
Lo trendy es que te molen sólo series americanas de culto de guiones complejos y resultados artísticos empalotizantes. Me incluyo en ese grupo. Pero fuera de esa burbuja gafopasta, también existen series de culto, de limitado nivel artístico, pero de gran intensidad y diversión. Cuenta Atrás está en mi opinión en ese grupo, a pesar de ser española. Típica serie de polis, fue ganando intensidad, calidad y complejidad de trama, progresando de menos a más, y cuando estaba en el cielo, la cortaron.
Además, me permitió ver al hasta entonces niñato Dani Martín, cantante de nenitas, con otros ojos, convirtiéndolo en Corso... un crack idolatrable...
Una pena que la última guerra de los medios pusiera fin a esta buena serie, hace ya algunos años. Tras su conclusión, Corso siguió existiendo y aún anda por ahí cantando en los escenarios. Y el panorama televisivo nacional siguió en su estado anterior de improductividad.
Miniurgo.
Confieso que formo parte del grupo del gafapasteo, pero me apunto Cuenta atrás en la agenda...sobre todo, después de la decepción que estoy viviendo con Treme...
ResponderEliminarPedazo de serie, a la que yo le debía un post, pero que nunca hice porque TVZapper me comió la moral.
ResponderEliminarUna pena que la pelea entre PRISA y Globomedia (La Sexta) por ver quien era el niño preferido de ZP, acabara con ella.
El primer capítulo es antológico, y el modo de ser poli de Corso, aplicando la justicia un poco a su manera, resulta gracioso (porque es ficción, claro)
Hay un episodio en el que le parte la rodilla a un "malo" saltando sobre su pierna, apoyada en una silla, que es impactante.
¿Y qué decir del duelo pelirrija-morena?
Y Dani Martín, para mí, un monstruo. Un día estuve a punto de comprarme una entrada para un concierto y todo.
Gracias Miniurgo por hacerle justicia a este pedazo de serie para la gente normal.