Scarlett Johansson es, con todos mis respetos, uno de los actuales iconos estéticos postulados como herederos naturales de la Donna Bella (la grandísima Sofía a la que dediqué un post hace ya cientos de entradas).
Scarlett me cautivó en películas como Lost in Translation, In Good Company, Match Point, Scoop, o Vicky Cristina Barcelona. Fundamentalmente por su belleza. Porque sus interpretaciones tampoco son como para un óscar.
Sin embargo, me ha sorprendido que su enorme atractivo, queda camuflado cuando canta. Camuflado por esa rigidez tipo palo de escoba, con la que se desenvuelve frente al micrófono. Me ha llamado tanto la atención, que me he fijado sólo en su rígidez, hasta el punto de obviar lo guapa que es...
Tanto, que de hecho no me he fijado ni en si canta bien o no...
Miniurgo.
Querido Miniyo, vuelves a clavarla: la pobre Scarlett se había ganado un lugar en nuestros corazones desde hace tiempo y por eso la vamos a perdonar, pero vaya palo de escoba cantando que es...vaya truño de canción...y menos mal que tenía al lado al papelillo de la guitarra que hace lo que puede, que si no, imagináosla cantando a capella...
ResponderEliminarMira que es guapa la joía, pero es verdad que en esta actuación está más tensa que Marco en Sorpresa, Sorpresa...
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