El Nobel de Física de 2010 es para Andre Geim y Kostya Novoselov, pero bien se puede decir que es para el grafeno. Ellos descubrieron cómo el carbono se presenta de un modo en el que se convierte en el material del futuro. Lo más tangible e inmediato que notaremos es que resolverá los problemas para alcanzar la llamada conectividad total: que no puedes cargar todo el día con el PC, que tu teléfono tiene la pantalla demasiado pequeña y que la velocidad del procesador no siempre tiene la alegría que quisieras (sobre todo en las conexiones 3G).
El Grafeno es 200 veces más duro que el acero, es flexible, y altamente conductor, mejor que el cobre. Es un material que se puede convertir en monitor, y cómo procesador es 10 veces más rápido que el silicio. Se enrolla y pliega, y es tan irrompible como el diamante. Creo que Samsung ya tiene desarrollos con este tipo de material.
Ya podemos decir que los móviles del futuro serán autoenrrollables.
Y cómo será la calle San Jacinto con leds de Grafeno?
¡Que tiren las setas de la Encarnación y las hagan de grafeno!
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