Queridos amigos...
Desde hace un tiempo, pudimos ver cómo gracias a la especulación inmobiliaria y financiera, sectores ingentes de la población pudieron tener entre sus manos lo que se llama dinero a espuertas para invertir en necesidades inclasificables, que construyeron una iconografía sobre la que el gran Cabeza Destructora ha tenido la oportunidad de teorizar en su variante cani con incomparable ingenio y acierto.
Pero de entre todas esas manifestaciones de la liquidez monetaria, del dinero fácil que manaba de sectores de negocio insostenibles, siempre me llamó la atención la moda del tuning...con todos mis respetos a quien lo practique, porque reconozco que en mi más tierna infancia pudo ser algo que me llamara poderosamente la atención, al ir llegando a la edad adulta me resultaba cada vez más incomprensible y misterioso el impulso que llevaba a la gente a invertir grandes sumas de dinero en personalizar sus vehículos.
De igual manera que me resultaba misterioso ver cómo siempre, parados en los semáforos, aquellos que van en un coche tuneado nunca miran hacia delante o hacia fuera del coche, sino que llevan el torso inclinado exageradamente, mirando hacia algo desconocido en el interior del vehículo...siempre especulé con qué era lo que miraban: si los controles de la radio, si iban jugando a la play...seguramente algo importantísimo, que sin embargo no les impedía salir lanzados al más puro estilo Hamilton en cuanto se ponía la luz verde...
De entre todas esas prácticas, había una que me parecía especialmente fascinante, cuando los dineros se iban en poner unas luces de neón azul en los bajos del coche iluminando el asfalto, de manera que adquirían automáticamente una condición futurista, casi levitando, mientras que el resto de los coches seguíamos pesadamente rodando...me imaginaba que una de las razones por las que miraban hacia abajo estos conductores en los semáforos era que el suelo de sus bólidos era transparente, y examinaban los baches, colillas, restos de pintura que quedaban adheridos al asfalto...como Jacques Cousteau exploraría el fondo del mar en una barca de fondo de cristal...una razón contemplativa que me parecía hasta bonita por sus resonancias poéticas...
Pero eso, tal vez, era mucho suponer. El caso es que desde hace un par de años el dinero se fue con la crisis, y de repente el tuning se ha convertido en una práctica cada vez menos visible: claro está, cuando se jode un spoiler de 2000 euros y no hay líquido, lo agarras con cinta americana; si la membrana del altavoz de graves del Pioneer se rompe, pues tienes que ir a Díaz del Moral a comprar una caja de parches de bicicleta para recomponer la textura del sonido...pero qué pasa cuando se te funde un neón y no tienes para reemplazarlo? Pues bueno, dejas la instalación eléctrica con sus cebadores montados, y esperas que lleguen tiempos mejores...
En un esfuerzo por simpatizar con los afectados por este último caso, y para evitar su colosal bajona, de pasar de vacilar en los semáforos a que se te oxiden los cebadores, el Ayuntamiento de Sevilla no ha tenido reparos en mantener la memoria cultural del tuning con neón, pero esta vez aplicado a las calles de Triana...resulta, amigos, que anoche pasé por la recién peatonalizada calle San Jacinto y me encontré con esto:
A la hora de pavimentar, el Ayuntamiento ha decidido dejar un foseado en mitad de la calle, en cuyo interior ha colocado una culebrilla de éstas de LEDs que venden los chinos para adornar las ventanas y los portales de Belén en Navidad, que ilumina la calle de principio a fin...todo un gesto de solidaridad con el mundo cani que por estar cortito de dinero (es curioso esto de las palabras, cómo lo contrario a la liquidez es la rigidez, o sea, estar tieso) no puede satisfacer ahora sus más profundas necesidades expresivas...ya que tenéis los cebadores oxidados, no os preocupéis, chavales, que tenéis la calle San Jacinto para pasear...
En estos documentos gráficos, además de apreciar cómo se extiende la línea de color azul por el centro de la calle, si nos fijamos, podremos ver un hito en la conjunción de catetismo político con incapacidad técnica en el diseño de dos elementos singulares, o special features, como son el tuneo de neón aplicado al alcorque del naranjo, con lo que ahora parece que no es un coche, sino el árbol, el que parece levitar, y sin quedarse atrás, el diseño insuperable de los bancos de la calle; una mezcla de tradición y vanguardia representada en los azulejos trianeros para los respaldos, la madera para poner los trianeros culos, y la base de ladrillo rústico trianero cara vista, a la que ya puestos, le podían haber puesto un rodapié trianero o una cenefita tipo bodegón de frutas...
No tengo mucho más que decir...porque entiendo que poco a poco el visionario Juan Sebastián Bollaín ve cumplidas sus profecías sobre esta ciudad a medio camino entre Triana y Tron...me imagino cuando el Domingo de Ramos vuelva la Estrella a su iglesia, usando los LEDs como los aviones a la llegada a Barajas, como guía de aproximación...ya no harán falta capataces...los costaleros, mirando hacia abajo con sus gafas de sol puestas, inclinados hacia delante como los canis dentro de sus coches tuneados, encontrarán solos el camino...
Abrazos
... No encuentro palabras... mi cerebro se ha quedado paralizado... esto es de verdad? seguro que no es un fotomontaje? Has sido capaz de pasearte por San Jacinto sin desmayarte?
ResponderEliminarQuerido Plax... urge que los de tu gremio toméis cartas en el asunto, o el de La Pajarita va a permitir que esta ciudad se convierta en la Gotham City del Sur de Europa...
Me la juego a que este diseño también es obra de otro que venía de hacer escala en Amsterdam...
Genial post...
Un fuerte abrazo.
Hoy sin falta me paso a verlo. Os imagináis q se pone de moda y ponen un led verde por todo el carril bici de la ciudad?
ResponderEliminarEl banco tiene más delito que la culebrilla de neón, realmente...
ResponderEliminarQuerido amigo Plax, lamento que estés experimentando en tus carnes cómo la cultura tuning y por consecuencia la cani, se está infiltrando con una pavorosa normalización en nuestras vidas.
ResponderEliminarTodo parecía muy extraño al principio, chavales con peinados de ceniceros, usar botas de alta montaña para ir por la calle, ropa deportiva para ir a las discotecas... pero poco a poco hemos podido comprobar que ya es algo común en nuestras vidas.
Ahora el tuning se infiltra en los nuevos planes de urbanismo y lo primero son los leds en las aceras para marcarnos el camino como las flechas del ikea, pero... qué será lo próximo? alerones en los bancos? hojas de maria y mecheros de "bobmarli" colgados del retrovisor del autobús público? sesiones de DJ Karpin en las estaciones de metro? amigos esto ya no tiene vuelta atrás y como hay mucha gente que dice que los chinos nos invaden y se han puesto a aprender el idioma... pues esto es lo mismo, yo ya he ido al decathlon y me he comprado el modelo más hortera que he encontrado con su gorra puesta "a lo peineta".
Porque como dice un buen amigo mío, nos tendremos que pegar a los canis de nuestra sociedad porque el día de mañana quizá puedan enchufar a nuestros hijos en algún ministerio.
Buenas noches y tengan cuidado ahí fuera.
Algún nostálgico se adelantó al estreno de Tron Legacy.
ResponderEliminarHay que ir asimilando los cambios poco a poco, porque mejor que vayan entrando así que no de un puntazo y sin vaselina.
Citando a un gran sabio, "hoy en día hay que ser cosmopolita y un poquito mariquita".
Estimado y querido Plax.
ResponderEliminarNo es coña, pero estoy revisando ahora mismo un examen de Topografía... ya van dos veces...
Tu artículo no tiene precio Plax. Hay dos personas que deberían leerlo sin falta, el primero es el mismísimo Bollaín, quien ni en sus más húmedos sueños pudo previsualizar semejante obra de humor. ¿Nos reíamos de esa Sevilla 2030 cuando nos profetizó la trirreme por el rio Guadalquivir con el cristo de la Vera Cruz?. El otro es Rafael Carretero.
Lo peor es que a mi me gusta la "instalacion" de San Jacinto, porque veo mucho humor, aunque sea un humor financiado con mis impuestos... que más me da, a estas alturas ya hace mucho tiempo que me rendí, que decidí apostar por la risa frente al llanto. Yo tengo que ir allí a ver ese alcorque a ver por mi mismo como ese naranjo se ilumina desde abajo con luz azul, ¿No hay humor en eso?. No hay humor en el Metro-centro, ni en las entradas al parking subterránea del Paseo Colón, pero aquí si. Tampoco hay humor en que la ronda sea de único sentido... Pero el arquitecto-diseñador-humorista... (sea del gremio que sea) que ha conseguido "colarle" esto al mismo Ayuntamiento (el de Sevilla) que monta la Arquitectura efímera del Corpus Christi pensando que hace algo "de categoría", ese mismo Ayuntamiento que contrataba a Rafael Carretero para diseñar las portadas de la Feria. Ese señor no es un cani Plax... ESTE SEÑOR ES UN ARTISTA Y UN GENIO. Simplemente digo que habrá que seguirle la pista.
Espero que no me decepcione en su próxima entrega.
Un abrazo. Sigo con mi examen...
San Jacinto sale en Tron Legacy cuando pasa la derbi.
ResponderEliminarRevisé la memoria de este proyecto -con un coste de ejecución de 390.000 euros (no sé en cuánto habrá quedado definitivamente)- y, lo que más me ha sorprendido, es que ese haz de luz está justificado como un homenaje al Guadalquivir, no es broma.
ResponderEliminarFinalmente, adelantándome a los acontecimientos, quiero recordar esas máquinas matamosquitos que había en las carnicerías del mercado de la Encarnación, cuyo reclamo era una luz idéntica a la instalada en el suelo de San Jacinto. Ya verán cuando llegue el verano la colonia de mosquitos del río que se va a instalar en toda la calle, acuérdense.
Tremendo primer comentario de Camdrullo... la comparativa con Trom Legacy brutal... y el detalle de la derbi de genio del humor...
ResponderEliminarY tremendo segundo comentario... el homenaje al Guadalquivir para enmarcar... de clase de composición... de violonchelo...
Bienvenido Camendrullo y esperamos nuevos comentarios.
Camendrullo, por favor, no sé quien eres, pero pásame por favor copia de ese proyecto...sólo para repasarlo en Reina Mercedes con el Farruco...
ResponderEliminarJoder...comenté el garabato POP sin ver esto!! creia que era realmente el fotomontaje de Tron...
ResponderEliminarpero esto qué es?? Juanjo, si fueran LEds verdes en el carril bici lo entendería y agradecería...porque a oscuras y con lo estrecho que es, te juegas la vida. Yo no puedo adelantar, me convierto en piloto suicida cada vez que lo hago (que es a menudo dado el amamonamiento que lleva la gente ahí)....pero lo de S.Jacinto.
Es que imaginad las aplicaciones del invento, la primera ya la habeis dicho.
Demarcación de Leds para la carrera oficial
Flechas subliminales en los lugares de flamenquito cani para indicar los puntos de encuentros de los chavales con oro
Iluminación de la Giralda tuneada
Posibilidad de grafitis luminosos fálicos en determinados ambientes de la ciudad.
No sé..esta ciudad no deja de sorprendernos. Como dice Miniyo, nos falta Batman y un símbolo de un murciélago en el cielo...o mejor, de un capillita.
Por cierto mi homenaje al tuning...Jose, te acuerdas los pedales rácing que le puse a mi Fiesta, al tiempo que iba con el techno-ventana bajada, a 110 por Baños (JJ y Pablo lo sufrían).
Claro que otros ponían sirenas en el techo ;-))
Por cierto, un apunte que hemos comentado otras veces...Plax, creo que se te va la pelota con las etiquetas...
ResponderEliminar12 etiquetas para un post de Leds y S.Jacinto, algunas de ellas surreales como
"mierda"
"violencia sobre ruedas"
"peatonalización"
"trastornos psicológicos"
jaajajaja, la verdad es que me parto con tu "contextualización". Eres el Bulli de las etiquetas.
:)
ResponderEliminarEs que el tema San Jacinto LED se puede pillar desde muchos lados..habría quien podría considerarlo hasta un garabato pop urbano..