En el día de la decepción por no haber sido elegidos para albergar del Mundial 2018, retomo los posts futbolísticos para rendir nuevamente homenaje a esos humildes artistas cuyos únicos tatuajes los tienen grabados en el corazón a base de garbanzos de la Masia y que derrotaron el lunes al enésimo proyecto capitalista antifutbolístico del Gran Especulador, y a su rebaño de niñatos tatuados...
Cristiano, Ramos y compañía, aprended lo que son futbolistas de verdad... y sobre todo, lo que es fútbol de verdad...
El Miniyo del Demiurgo.
¿La frase de los tatuajes es tuya? Buenísima. Y cierta.
ResponderEliminarYo fui feliz porque ganaba el Barça, y quizás más viéndo las caritas, el pique y los malos modos de los vestidos de blanco.
Todo acompañado por tortilla de patatas y filetes empanados de la "Pepi". Bueno, y unos amigos que se trajeron sus cervezas, y pasaron de traerle al anfitrión una mísera coca-cola, sabiendo que no le gusta la cerveza.
Y luego la ley del silencio porque los niños maleducados no saben perder, y mejor que estén callados.
Pero ya todo pasó porque fue el Madrid el humillado. De ser al revés, ya se estaría llenado de mierda el ambiente que rodea a Pep, enfrentándolo con Villa o con quien fuera.
¿Alguien de verdad todavía cree que no existe el nacionalmadridismo?
Sí abuelito, es mía...
ResponderEliminarEl nacionalmadridismo existe más que nunca... decir que el Barça perdíó por el inexistente penalti de Valdés a la Maricona...
Maricona que sólo le marca goles al Valencia, Málaga... pero cuando se encuentra con el Barça o la Selección Española(la de verdad, no la de los bolos invernales), se acojona y se pierde en la banda...
Mientras Florentino dirija al Madrid, el Madrid será un equipo de cartón piedra...
Un abrazo.