martes, 28 de junio de 2011

Dios mío, qué grande es el fútbol, vol. 8: "El RCD Español Mágico del Trieno 86-88"

Aunque en esta serie no estamos siguiendo un orden cronológico estricto, para no convertirla en una simple secuencia histórica, sino en una sucesión de pasiones, sí quería cerrar definitivamente la década de los 80. Y quería hacerlo con un equipo que nos demostró que el fútbol es grande aunque no se gane nada. Con un equipo que nos demostró que la grandeza del fútbol no sólo se contruye a fuerza de talonario de los grandes clubes, sino también a base de hermosas gestas, de modestos convertidos puntualmente, pero colosalmente en grandes.

Y para ello, el mejor ejemplo de mi historia lo encuentro en el RCD Español Mágico de las temporadas 86-87 y especialmente 87-88, en la que nos hizo vibrar con un campeonato de la UEFA que elevó a categoria de Cruel a este hermoso deporte...





El Rubio de Baracaldo, antes de volverse majareta, confeccionó un equipo en el que N'Kono, Job, Miguel Ángel, Golobart, Urquiaga, Lauridsen, Zúñiga, Soler, Orejuela, Zubillaga, Chingurri Valverde, Pitxi Alonso, Losada... conformaron un equipo combinación de modestos y cracks, pero en conjunto currantes con clase, magos de la verticalidad y juego de bandas característico de finales de los 80.

Con este juego, lograron la tercera posición en la temporada 86-87 que les dio el pasaporte para la UEFA de la temporada 87-88. Competición que en aquella época aún tenía un elevado prestigio y emoción porque participan los mejores equipos de cada liga, a excepción del campeón que disputaba la Copa de Europa. Competición en la que hicieron magia en cada una de sus eliminatorias:

- Borussia Mönchengladbach - Español: 0-1 ; 1-4
- AC Milan - Español: 0-2 ; 0-0
- Inter de Milan - Español: 1-1 ; 0-1
- Español - TJ Vítkovice: 2-0 ; 0-0
- Brujas - Español: 2-0 ; 0-3

Y tras este asombroso recorrido, dejando en la cuneta, especialmente al incipiente Glorioso y Estratosférico Milan de Sacchi, Gullit, Van Basten, Baresi y compañía... al que le dedicáramos parte del tercer capítulo de esta serie... Llegamos a una increible final, cuando aún se jugaba a doble partido, entre el Español y el Bayer Leverkusen, en la que el destino, en justicia, sólo podía coronar campeón a este mágico Español...




















Y a partir de ahí, la debacle y unos penalties que dieron la copa al Leverkusen... en un quiebro injusto del destino al RCD Español. Siempre he estado convencido que este suceso es lo que dejó majareta a Clemente para el resto de su vida.

No recuerdo otro partido en toda mi historia que me dejara un mayor desasosiego que esta vuelta de la final de la UEFA. Pero esto es fútbol en estado puro, y esto le hace grande.

Y es que, Dios mío, qué grande es el fútbol...


Miniurgo.

3 comentarios:

  1. Jo, me había olvidado del "nanu" Soler, cuanto tiempo...

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, querido Miniurgo, ahí se le fue la pinza a Clemente.
    Llegó al descanso del partido de vuelta con 0-0 y le metieron 3 en media hora. Y luego en la tanda de penaltis, desaprovechó la ventaja que tenía con los dos primeros tiros. Para suicidarse.
    ¡Qué grande que era el futbol cuando los jugadores se parecían a Freddy Mercury que a una colegiala de instituto!

    ResponderEliminar