El pasado sábado culminaron todos los preparativos que han llevado a la madre de todas las bodas, la boda de mi hermano Yago. Fueron meses de preparativos de la despedida de soltero que pasará a la historia como la despedida del pollo, y meses de preparativos para la boda que pasará a la historia como la boda del Cano.
La boda fue sencilla y bonita, como fue el deseo de los dos, de Yago y María, que son gente buena y sencilla. Sin más aspavientos que los que el personal ejecutó con mayor o menor pericia en la pista de baile. Con cante del Alosno para recordar alrededor de una mesa. Para disfrutar junto a la familia y los amigos, con mucho gozo y con mucha alegría.Tuvimos la suerte de contar con representación PoNi en la boda, gracias a la aparición estelar de Jose y Teresa, del Abuelo, de Juanjo, del Miniurgo y Afrodita, del Tirano y Amalia...con los que, a pesar de no haber podido estar yo demasiado tiempo por los quehaceres propios de un evento familiar, tengo la deuda y el agradecimiento de que estuviesen compartiendo conmigo y con mi familia un momento entrañable...amigos os quiero.
Fue el día en que el pollo se hizo mayor, y echó a volar con una compañera extraordinaria como es María...a los dos, que ahora mismo vuelan hacia Cuba, les deseo lo mejor, y que todos los días de su vida disfruten con sencillez y alegría como lo hicieron el sábado...Yago y María, os queremos.Besos y abrazos
Plax
Amén!
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