Queridos amigos, me gustaría dedicar un post a este acontecimiento bianual que supone el cambio horario.
Como ya sabéis, esta noche ha tenido lugar el cambio horario del último fin de semana de octubre, por el que a las 3 de la mañana, han vuelto a ser las 2, lo que popularmente se conoce como, "esta noche dormimos una hora más".
Hace años este cambio horario lo festejábamos de manera muy especial, puesto que teníamos la excusa perfecta para volver a casa una hora más tarde, con aquello de ... papá, he vuelto a las 2 como te prometí... (aunque realmente fueran las 3). Mientras que en el cambio de primavera, llegábamos a las 3 (nuevas) y decíamos... papá, me levanté con el horario antiguo y me acuesto también con el antiguo, cuando me levante empezaré a aplicar el nuevo.
Pues bien, con el paso de los años, lo que se supone se correspondía con poder estar un ratito más en la cama, se ha convertido en una auténtica pesadilla, sobretodo para aquellos que tenemos niños.
Os cuento mi experiencia del día de hoy. Por suerte o desgracia, tengo unos retoños que no les gusta especialmente dormir en demasía, además de que hoy se han levantado especialmente pronto y unido al cambio horario, me he encontrado despierto a unas horas más propias de que otros se estén acostando a estar levantándonos. Y es que los biorritmos y relojes biológicos no entienden de cambios horarios.
Cuando tienes niños, estos días son realmente criminales. La única forma de poner sus relojes biológicos en hora es tenerlos todo el día corriendo, saltarse los periodos habituales de descanso y retrasar las comidas todo lo que se pueda, por lo que los padres (y los niños), en la semana que suelen tardar en aclimatarse a estos cambios se llevan una paliza tremenda.
Y mi pregunta es ¿para qué sirve el cambio horario? Cada vez que le he formulado a alguien la misma pregunta, siempre he obtenido la misma respuesta, para ahorrar energía.
En estas largas horas esperando que fuera alguna hora decente, he estado reflexionando sobre lo que supone en mi vida energética este cambio y he llegado a lo siguiente:
Cuando llegue la tarde, tendré que encender la luz una hora antes, puesto que oscurecerá con anterioridad, mientras que por las mañanas aunque tenga más luz que antes, seguiré encendiendo las luces, el microondas, el tostador,... De acuerdo que el consumo particular es una parte infinitesimal del consumo global, pero en este caso, no encentro una mejora importante.
Si pasamos a estudiar el alumbrado público, hasta donde yo sé, no hay un sereno con un interruptor para encender y apagar las bombillas como antaño, sino que todo está controlado por sensores fotónicos que detectan los cambios de luz, por lo que las farolas de un día para otro se seguirán encendiendo a la misma hora lumínica, sin que esto conlleve a un ahorro energético debido al cambio horario, simplemente estamos haciendo una traslación temporal del consumo.
La otra pata que me queda es la de las empresas (que sí supone un consumo importante dentro del global). No sé vuestro caso, pero cuando yo iba a la oficina, la luz se encendía cuando llegaba el primero y se apagaban cuando se iba el último y estaban todo el día encendidas. He pasado por varias organizaciones, varios edificios y todos han aplicado alguna vez políticas de reducción de costes, pero en todos los casos las luces han estado encendidas todo el día (no sé vuestro caso).
Por tanto, os lanzo esta pregunta ¿alguien me puede dar alguna explicación del motivo del cambio horario, además de para hacer que mi día hoy sea el más largo del mundo?
Tomaros vuestro tiempo....hoy tengo una hora más para comprenderlo.
¡¡¡¡Horror!!!!, también tenemos 1 hora más de Halloween!!!!!
Querido Juanjo,
ResponderEliminarRealmente te prodigas poco en tareas de posteo, pero te reconozco que cada vez que lo haces, las cuestiones que planteas me incrementan la actividad neuronal, que en días como hoy suele estar bajo mínimos...enorme post...
Al respecto diré que no tengo ni pajolera idea de por qué se hace lo del cambio de horario. Igual que tú siempre he oído en los telediarios que es por el ahorro energético, pero también me parece un argumento poco consistente...
La verdad es que no sé quién lo decidió, sigo cultivando en mi cerebro la idea de que fue un invento de Franco que nos distingue del resto del mundo, como el hecho de tener DNI o los toros. Pero también he de reconocerte, aun a falta de experimentarlo con toda la crudeza de los niños, que para mí se ha convertido en algo atávico, y que espero todos los años con el mismo interés que llegue el puente de todos los santos, o el de la constitución...la verdad es que argumentos energéticos aparte, me alegra levantarme de nuevo sin que sea noche cerrada...
Definitivamente para mí, el argumento es psicológico. Si al hecho de que los días pasan a ser de 8 horas con luz natural, con frío, lloviendo, teniendo que estar encerrado en casa, le sumáramos que los días siguiesen empezando de noche, tendría ya todos los motivos para pasarme de bajona hasta marzo...VIVA EL CAMBIO DE HORARIO!!!!
Este Juanjo sí que es bueno. Me he reído con su post. Yo que tuve diez hijos y he vivido muchos cambios de horarios, se muy bien lo que cuenta, con tanta gracia.
ResponderEliminarComo dice el pequeñín, el argumento es psicológico. Lo demás son chorradas de alguna de esas cabezas pensantes a las que tanta caña les dais. Seguid dándole caña a esos políticos que nos gobiernan.
Y ya que estamos, pequeñines, mi nombre es Hurraca, no (H)urraca, ni Urraca... Hurraca, coño.
Un abrazo, pequeñines.
Juanjo tienes toda la razón, pero tienes que añadirle los cambio tecnológicos. Años atrás te pasabas toda la mañana de este día cambiando relojes. Es más, yo creo que se cambia en esta fecha para tener un día más y no tener excusa de llegar tarde al trabajo el día despúes de cambiar la hora. Pero ahora, te levantas y empiezas a mirar: El teléfono y el ordenador "los cabrones se han cambiado solos", el chino ha hecho su trabajo. Los relojes de pulsera no. La tele sí, el horno no,el microondas tiene día... al final te vuelves loco.
ResponderEliminarPero es cierto, no se entiende muy bien lo del ahorro energético. Yo realmente para dormir una hora más hoy, lo que he hecho es pegarme un pelotazo en casa de Pablo y acostarme a las 10.30 (hora antigua).
Lo del Jose se debe a que el pelotazo que se ha ingerido en mi casa era de una botella de Ballantynes que creo que sobró en la barra libre de mi boda.
ResponderEliminar¿A las 10:30? Mentiroso. Que se te oyó gritar los 5 goles del Barça al Sevilla desde aquí, maricona. Y el último fue a las 23:50 aprox.
Queridos amigos, siento volver atrás con este tema, pero buscando la previsión del tiempo para estos días he encontrado un blog del gran José Antonio Maldonado donde precisamente comentaba este cambio.
ResponderEliminarOs lo traslado tal cual, pero vamos, opina como nosotros, que no sirve para nada...
"Cabría suponer que puesto que son muchos los países (la Unión Europea, por ejemplo), sobre todo del Hemisferio Norte (en el Hemisferio Sur son minoría), que llevan a cabo el cambio horario dos veces al año es porque, en efecto, resulta beneficioso. Sin embargo, entre la comunidad científica está cada vez más extendida la idea de que “lo que no va en lágrimas va en suspiros”, es decir que el ahorro energético que se pueda tener en determinadas horas se incrementa en otras y que, además, refiriéndonos solo a España, donde tanto el orto como el ocaso de Baleares y Galicia varían en casi sesenta minutos, son difícilmente medibles las ventajas e inconvenientes.
Tengo la impresión, y así se manifestaban muchos oyentes hace unos días en una emisora de radio en la que se planteó la pregunta, de que en nuestro país gusta más el horario de verano. El hecho de que se nos haga de noche a media tarde (al margen de la posible influencia en el consumo energético) parece que nos produce sensación de tristeza. Por el contrario, cuando en los albores de la primavera, de repente, vemos el sol en el horizonte hasta horas tardías (insisto en que es mi opinión) puede hacernos pensar que todavía tenemos mucho tiempo por delante en esa jornada.
Lo curioso es que el horario de verano no es precisamente el novedoso. Como muchos de ustedes sabrán, fue a Benjamín Franklin (inventor del pararrayos) al primero que se le ocurrió, en el siglo XVIII, adelantar los relojes una hora en verano para consumir menos velas. Su idea no tuvo éxito en aquel tiempo y no fue puesta en práctica hasta 1916 por los alemanes durante la Primera Guerra Mundial. Algunos otros países también adoptaron esa medida (España lo hizo por primera vez en 1918) pero hubo discontinuidad en la costumbre. En marzo de 1940, en España y en algunas otras naciones europeas se tomó la decisión de adelantar de forma permanente la hora TMG (la del meridiano de Grenwich) para mayor aprovechamiento de la luz solar.
Puede decirse que es a partir de 1974 cuando comenzó a generalizarse por las naciones industrializadas el horario de verano (que tras la medida de 1940 conlleva dos horas de adelanto con respecto a la hora solar) aunque con cierta anarquía. En enero de 2001 el Parlamento Europeo aprueba con carácter indefinido y fija las fechas del último fin de semana de octubre y de marzo los cambios horarios. Los llamados de invierno y de verano.
Y eso es lo actualmente vigente. Si algún día vuelve a cambiar la norma porque se llegue a la conclusión de que no es demasiado útil no lo sabemos pero a mí no me sorprendería."