domingo, 10 de octubre de 2010

EL CONDUCTOR PSICOPÁTICO




El caso es que tras años de evolución aún no sabemos darle la importancia necesaria a ciertas cosas. Me refiero a esa gente que conduce como si fuera el camionero de el diablo sobre ruedas.

Vas por cualquier autovía, carretera o calle circulando y al realizar no sé qué maniobra se conectan los mecanismos que transforman a la gente en locos sobre ruedas. El de delante tuya se ha quedado embobado en el semáforo y no arranca, le pitas y... craso error amigo, craso error. El camionero aparece en un auténtico desdoblamiento de personalidad y te adelanta como si fuera la carrera de la muerte y sacando medio cuerpo por la ventanilla defeca en todos tus familiares y ancestros más queridos. De hecho, si hubiera tenido granadas de mano y otro tipo de explosivos arrojadizos, los hubiera utilizado sin dudarlo. Fragmentos de cráneo y jirones de piel le hubieran llovido en la cara como si fuera billetes caídos del cielo.

Las competiciones automovilísticas a lo Too fast too furios se ponen de moda, cuando intentas adelantar a ese inepto que va por el carril de la izquierda a la velocidad que le sale de sus partes nobles (porque con todos mis respetos no voy a caer en los improperios fáciles), muta en un conductor de daytona racing y acelera como un loco para que no puedas adelantarle tú a él. De hecho si hubiera llevado cuchillas afiladas en las llantas como las cuádrigas de la antigua Roma, hubiera arremetido contra tu chasis y habrías chocado contra las vallas de contención con el coche hecho polvo y la carrocería volando por la carretera con los niños las maletas y la suegra en su interior.

Ni se te ocurra pensar en aparcar en ese hueco que has visto en el supermercado. Esa familia ha cargado las bolsas de la compra y sale paulatinamente de la plaza de aparcamiento, pero adviertes que hay un coche negro parado al fondo y cuando haces un amago de meterte, enciende las luces y comienza a acelerar, acabas de provocar a la bestia y si tiene que embestirte y volcarte el coche como una tortuga, no dudará en hacerlo. Ese sitio era suyo, es suyo y seguirá siendo suyo, así que apártate, desgraciado.

Ojo también al conducir por la autovía porque sin darte cuenta te puedes ver envuelto en una carrera de autos locos con Pierre "Nodoyuna" y pulgoso. Tu amigo el psicópata bipolar conduce a 80km/h por el carril izquierdo de la autovía, intentas adelantarlo y no se quita, por lo tanto pasas al carril derecho, para sobrepasarlo. 1 minuto después te vuelve a adelantar y luego tú a él, entonces se pone en marcha ese descontrolado vaivén de coche-alante coche-atrás que tanto nos divertía en nuestros años mozos. Surrealista.

Con todos mis respetos un día deberíamos armarnos con lanzas como en las justas y reventarnos a mamporros unos a otros, al menos daríamos espectáculo gratuito para el populacho.

P.D. Propongo un nuevo identificativo para estos conductores. Los noveles tienen la L (Learning) y nuestros amigos locos del volante tendrán la H (de hell. El infierno en vida).

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, por no hablar con todos mis respetos de lo abuelitos conduciendo y como no de los coches que no necesitan carnet. Aunque me viene a la cabeza cierto tirano haciendo eses por la palmera o cuando paraba al principio de la calle baños y esperaba que se fueran todos los coches para bajar a 100 por hora en pleno centro!

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  2. ¡¡A 120, Juanjo, a 120!!
    Querida Cabeza Destructora: la conducción es otro símbolo más de la sociedad por la que purulamos. Y aunque el 99% de los conductores sea decente, la situación quedará en manos del 1% restante: los canis.
    Abrazos

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  3. Cabeza Destructora, como siempre, clarividente... y genial.

    Una vez recuerdo que me equivoqué de carril y me quedé atrapado en el carril derecho, justo delante del semáforo, el cual me obligaba a girar a la derecha. Yo quería seguir de frente, y no pude cambiar al carril central... aguanté un poco hasta que se pusiera verde... no era lo correcto, lo sé, pero girar a la derecha implicaba no saber dónde ir, ni cómo volver a mi camino... el conductor que iba detrás no lo entendió, y durante los dos minutos que tardó en ponerse en verde para seguir de frente, me pitó, deslumbró con las largas, me insultó... yo no estaba haciendo lo correcto, pero tampoco era para tanto, es que él nunca se había visto en esa situación?

    Justo cuando se puso en verde, cometí un error, que casi me cuesta la vida, tardé unos 15 segundos en arrancar. El conductor que iba detrás lo vió como una provocación... en lugar de girar a la derecha, que es lo que llevaba intentando 2 minutos y 15 seg, me persiguió como en un capítulo de Corrupción en Miami, poniéndose en sentido contrario para adelantar a todos y ponerse a mi lado... el corazón me latía a 1200... el coche lo puse a 3500 Km/h, él iba a 4500 Km/h...estaba acojonado... y el siguiente semáforo se puso en rojo... tuve que saltármelo y hacer un giro a la izquierda... casi me choco... él también porque hizo lo mismo...

    Y en el giro, siguiente semáforo en rojo, y ahí ya me tuve que parar... y el loco también... a mi lado... gritando como un loco...

    Me la juego, bajo la ventanilla y con voz humilde le pregunto: por qué te pones así?

    Me responde: eres un hijo de puta, eres un hijo de puta, eres un hijo de puta, y no te mato, no te mato aquí mismo porque, porque... voy con mi hija... que si no te mato hijo de puta...

    Miro al lado y efectivamente iba su hija al lado... mirando al frente, sin pestañear, junto a su padre, su faro... aprendiendo...

    Me salvé gracias a su hija, porque ese loco me iba a matar... la cagué y elegí mal el carril, y no hice bien al no girar, y tardé 15 segundos al ponerse en verde... injustificable... pero suficiente como para morir?...

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  4. Jajajaja recuerdo cuando me contaste eso.

    Cierto Juanjo...bajar la calle Baños a 120 era parte de la inmadurez propia del carné recien sacado y creerte que eres alguien con un coche en las manos..el factor coche para un adolescente es como tener un piso, donde hacer botellonas, petting y metting, dormir en la playa cuando tus amigos de la Antilla tienen el piso familiar lleno, o hacer viajes imposibles para salir una noche...pero eso es parte de la vida, no?

    lo que no puede ser es que el carné lo regalen en una feria. Conducir en la autopista por la izquierda cuando no hay nadie a la vista es de catetos, y cada vez hay mas, y luego los pasas por la derecha y te aceleran los cabrones...dan los carnés en tómbolas joder.

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