Sánchez Dragó... el mentecato

A estas horas, supongo que ya todos conoceremos la que ha liado el mentecato de Sánchez Dragó. Probablemente haya montado este lío con el único fin de dar publicidad a su más que seguro bodrio titulado "Dios los cría...". Y es que llamar literatura a lo que este mentecato se inventa y plasma en letras, sería ofender a la Literatura.

Estoy seguro que lo ha montado él mismo, porque es imposible que nadie haya comprado tremenda basura y haya detectado el texto de la discordia...


"En Tokio, un día, me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda... Tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".


La verdad es que tiene razón en una cosa, y es que o esto se lo ha inventado, o las pobres niñas debían de ser verdaderamente putas, porque este mentecato sexualmente repulsivo, es difícil que trajine, y de hacerlo, sin pagar, creo que debe trajinar poco...

Todo lo demás son falacias, en su línea personal, que conozco en primera persona porque tuve la desgracia de compartir lo que él llamaba Clases Magistrales, que para mí eran Tostones Narcicistas, inventados, estropeando con ellos la maravillosa travesía por el Amazonas, durante el viaje de Aventura 92.

Hoy ha echado más leña en su amplio y enterrado descrédito personal, escribiendo, en el único TBO en el que podría escribir tremendo mentecato, en El Mundo Matrix sin Pastillas, de su compinche ideológico PiJR, las siguientes tonterías:

"la práctica totalidad de las cabeceras mediáticas que me ponen en solfa lo son de un determinado signo ideológico"; "No es la primera vez que me implican en avisperos como éste. Estoy acostumbrado"; "trajinar" se refiere a "cogernos de la mano, mirarnos a los ojos, algún beso furtivo en la mejilla. A eso me refería con lo de trajinar, no a lo otro"; "me gustaron y me excitaron. ¿A quién no? Eran monísimas, simpatiquísimas y coquetísimas"; "todo el mundo, en Japón, parece mucho más joven de lo que es" y que "es muy difícil calcular la edad de un japonés". Dice haberles asignado esa edad porque es "una forma de hablar" y poner "un pellizco de pimienta en mi relato"; califica el debate abierto como "estúpido" fruto de la " maledicencia, la hipocresía, el sectarismo y el sensacionalismo en torno a una nimiedad, añado, de corazón, que, si a alguien que no sea un chacal, sino una persona decente, ha ofendido mi comentario, le brindo mis disculpas -los escritores, eso es cierto, tenemos la lengua muy larga- y le pido perdón"; "lo que, en cambio, no puedo decir es mea culpa, porque ni la hubo ni yo, en consecuencia, me siento culpable. Ahí va mi mano abierta. Estréchela quien lo desee"...

Con todos mis respetos, estréchasela a tu puñetera madre... o a tus copinches del PP, que a ver ahora como te defienden y mantienen en su cadena propagandística pública, tras haber echado de su cargo público al profesor Neira por algo análogo a este episodio...

El Minyo del Demiurgo.