La fractura norte-sur del Quinto Estado nacional

Aunque el debate sobre la dramática situación del paro en España siga abierto en el post La gran paradoja del Quinto Estado, sin quererlo cerrar porque nuestro querido Anónimo de los Estates lo ha llevado a un punto interesante y aguardo ansioso sus conclusiones, quería seguir profundizando en la naturaleza de nuestro Quinto Estado, a través del análisis de la descomposición geográfica del paro nacional.

Para lo cual, me vuelvo a apoyar en el artículo de El País "Un paro alarmante" al que hacía referencia en el anterior post, en el cual nos presentaban la siguiente gráfica:





Gráfico del que destaco tres cuestiones, a mi entender relevantes:

- Existe una evidente fractura norte-sur del Quinto Estado nacional. Siendo el sur el lastre y el verdadero motor de generación de parados.

- No existe un patrón de naturaleza política tras la generación de paro, dado que hay comunidades gobernadas por ambos partidos mayoritarios, a ambos lados de la fractura. Lo que confirma mi teoría respecto a que tampoco la solución es política y nuestros cabezas de cartel político pueden seguir filosofando siglos que no lograrán llegar a nada útil.

- La situación de Andalucía con un 29,68% de la población teórica activa parada y con más de 1M de personas paradas (y en nuestro caso el impacto de los ERE, prejubilaciones, jóvenes en casa de sus padres, etc... es si cabe mayor que en el resto del Estado, por lo que las ciras reales son peores), es absolutamente dramática, posicionándola como el epicentro del drama.

Y la pregunta del millón es:

Por qué en Andalucía tenemos un 29,68% de la población teórica activa desempleada, y en el País Vasco sólo el 11,61% o en Cataluña el 19,01% (sin ser un buen dato)? Cuál es la causa? Si los tres están gobernados por políticos del PSOE (o en el caso de Cataluña lo ha estado hasta hace medio minuto), cuál es la verdadera causa de esta fractura norte-sur?

Y lamentablemente, y aún con todo el dolor de mi corazón, sólo puedo llegar a razones de carácter cultural. Razones que refuerzan mi creencia sobre que sólo aquellos que estén preparados para buscar soluciones a través de la capacidad para desarrollar modelos de negocio diferenciados e innovadores orientados al crecimiento exterior de nuestra industria y en condiciones operativas de máxima eficiencia y productividad, logrando dinamizar y hacer competitiva la actividad económica nacional, tal y como ya apuntaba en mi anterior post, serán los que puedan salir de esta situación. Para lo cual, un vasco o un catalán está, aunque me pese, más preparado culturalmente que un andaluz.

Con la injusticia que encierra toda generalidad, porque por supuesto hay andaluces emprendedores y hay vascos y catalanes subvencionados. Pero la realidad es que la naturaleza andaluza tendente al subvencionismo lastra su competitividad a nivel nacional. Y lo mismo sucede con el resto de culturas nacionales de la fractura sur (Andalucía es sólo el ejemplo más representativo) quienes en conjunto lastran la competitividad a nivel mundial del Estado.

Ante lo cual, lejos de buscar excusas históricas y justificaciones inverosímiles, hay que buscar orgullo y amor propio que nos hagan salir de esta situación, trenzando una red económica que aporte valor diferencial, que capte la financiación de los bancos o de quien posea recursos financieros y que permita poder competir en el contexto capitalista en el que nos ha tocado jugar, aunque le pese a nuestro querido Abuelo. Porque lo único cierto en todo este drama es que el capitalismo no va a morir y sí los que no sepan jugar dentro de él, con o sin políticos.

Lo que nos lleva a que todo depende en último extremo de las personas, de cada uno de nosotros, con la única ayuda política del necesario intervencionismo en los bancos para que pongan el dinero hurtado de las burbujas a dispoción de los emprendedores.

Miniurgo.