La lección de Grecia

Queridos amigos,

Quiero compartir con vosotros dos reflexiones breves sobre los acontecimientos de los últimos días, poniendo en relieve cómo nuestro ascendente griego no hace sino traernos cosas buenas...

La primera, a la que hacía mención en mi anterior post, Queremos Curro: cómo el espacio de las setas, privatizado a partir del acuerdo opaco entre el Ayuntamiento y la constructora Sacyr, finalmente ha sido apropiado por los ciudadanos...ya que las setas nos han salido a cada uno de los 700.000 sevillanos a la friolera de 175 euros por cabeza (haced la cuenta), qué menos que, en el más puro espíritu Miniúrgico, la gente se esté fornicando el fantasma de esa gestión oscura encima de la plaza...

Pero no es la cuestión de la venganza la que realmente me interesa, sino otra muy distinta. La que me emociona es la que comentaba ayer con el Abuelo y con el Farruco: que en la plaza se está reuniendo la gente, más allá de los altavoces, en corros improvisados, entre iguales que no se conocen de nada, para hablar de política...

Porque quiero preguntar, señoras y señores: ¿desde cuándo no se habla en las calles de política? ¿desde cuándo no se reúnen dos desconocidos para pensar juntos, aunque sea algo que finalmente no lleve a nada, una manera de organizar la sociedad? Porque a lo mejor tengo mala memoria, y no me acuerdo de ninguna ocasión anterior, pero yo, al menos, eso no lo he conocido nunca hasta ahora.

Por eso, las setas son nuestro ágora contemporáneo...en él seguramente no se esté paseando ni el Sócrates, ni el Platón de nuestros días, lo sé. Pero la gente está activando este espacio con la energía y la implicación con que lo hicieron hace 2.500 años en la antigua Atenas. Llamadme empalmado, llamadme lo que queráis. Pero eso tan sencillo al final es, según mi modesta opinión y con todos mis respetos, lo más importante que está pasando aquí. A donde lleguen las discusiones es secundario. Lo importante es que se participa.

En todo esto, tan sólo me acuerdo de mi amigo el Tirano, que seguro que si viera a la misma gente, pero hablando en alemán de igual manera en una plaza de Berlín, seguro que se empalotizaría y diría acto seguido que los alemanes son una civilización superior...pero a eso me refería con el sabor de las naranjas. Él se lo pierde.

El segundo guiño a Grecia, no tiene que ver con el primero. Pero me ha surgido de ver una muestra de artesanía popular en la calle, que yo calificaría casi de Collage Pop apócrifo, con todos mis respetos y si nuestro Miniurgo me lo permite...

Porque creo que pocas maneras más helénicas hay de describir la muerte política de este impresentable que desde la supuesta izquierda política ha dejado como legado a esta ciudad al infame Lolo Silva, una imputación por corrupción con los terrenos de Mercasevilla, y una foto para la historia rodeado de frutti de mare, que con tanta gamba y tanto centollo, el nota parecía que estaba en el fondo del mar como Bob Esponja...

Me refiero a la manera como un anónimo artista del collage pop ha colocado a Torrijos las dos monedas con las que pagar al barquero Caronte el paso por la laguna Estigia de la política tras la debacle de ayer...

Ojalá se te vuelque la barca por el camino, Torrijos, y recuperemos aunque sea los dos euros.

Abrazos

Plax